“Como una vez al día”: ante la precariedad, los estudiantes esperan una reforma “urgente” de las becas

En noviembre, el ex ministro de Educación Superior, Patrick Hetzel, consideró que este sistema de ayuda es "demasiado complejo, a veces poco claro e incluso una fuente de injusticia". Había dicho que quería hacerlo "legible", "más progresista y adaptable" y prometió una consulta en primavera.
Su sucesor, Philippe Baptiste, expresó su deseo de "reactivar el trabajo de reforma de las becas". El ministro se ha comprometido a mejorar el sistema actual. Las negociaciones presupuestarias están en curso y, al finalizarlas, se iniciarán las consultas con las organizaciones estudiantiles, indicó el ministerio.
La FAGE, organización estudiantil, había expresado su impaciencia organizando una sentada a mediados de abril frente al Ministerio de Finanzas, reafirmando junto con la CFDT la necesidad de una reforma "urgente". "Sin una idea del presupuesto concreto que recibiremos de Bercy, no sabemos cuáles son los límites ni qué podemos impulsar en una consulta", observa Mylène Schroer, vicepresidenta encargada de asuntos sociales en FAGE.
"Esta reforma, prometida por Emmanuel Macron, debe realizarse con los medios necesarios", pide también el sindicato de estudiantes. Este otro sindicato "no irá a la mesa de concertación" si esta reforma "se lleva a cabo con recursos constantes", asegura su secretaria nacional Léa Jules-Clément. La UNEF también pide una revisión de un sistema "injusto" e "insuficiente", según su secretaria general, Hania Hamidi.
La última reforma, en 2023, aumentó en 500 millones de euros la cuantía de estas ayudas, permitiendo que 35.000 nuevos estudiantes pudieran convertirse en becarios.
El número de estudiantes elegibles para una beca está disminuyendoDurante una distribución de cestas de alimentos en uno de los 42 supermercados solidarios Fage del distrito 13 de París, Mylène Schroer matizó el alcance de esta última reforma: "Esta cantidad solo ha permitido recuperar a los estudiantes que habían abandonado las becas a lo largo de los años, ya que los importes no están indexados a la inflación".
“Las tasas de matrícula son más altas para los extranjeros y el permiso de residencia nos cuesta un ojo de la cara cada año”.
Desde entonces, FAGE espera una reforma más "ambiciosa". Según esta organización, el 63% de los beneficiarios de las tiendas solidarias no reciben ayuda social.
Y desde 2020, el número de estudiantes que pueden optar a una beca basada en criterios sociales solo ha disminuido (-3,9% en 2021-2022 y -7,6% en 2022-2023), según el Ministerio de Educación Superior. En 2023, la revalorización puso fin a este descenso, pero el número de becarios siguió siendo uno de los más bajos desde 2015, con 679.000 beneficiarios.
Para indexar la ayuda a la inflaciónLas becas para estudiantes tienen ocho niveles, cada uno de los cuales corresponde a una cuantía anual de subvención de entre 1.454 y 6.335 euros para el curso 2024-2025. "He bajado dos niveles desde que empecé mis estudios hace seis años", dice Sandra Michaud, de 24 años, que cursa un máster de geografía en Paris-Cité. Este año es muy duro. Como una sola vez al día y no hay carne.
Los sindicatos piden que las ayudas se indexen a la inflación. Abogan también por ampliar el número de becarios, hasta llegar al millón de beneficiarios, y por la apertura a estudiantes extranjeros de fuera de la Unión Europea.
Estos últimos se ven especialmente afectados por la precariedad. En la tienda solidaria, «el 60% de nuestros beneficiarios son de fuera de la UE», explica Ilane Lê, vicepresidenta de la Asociación General de Estudiantes de París, que gestiona el sitio.